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León Tolstoi acuñó una de las más célebres frases literaria, y cien años después de su muerte los argentinos estamos en condiciones de aplicarla. Si no nos distraemos, si tomamos el toro por las astas, si aprovechamos el escenario que se nos presenta, podremos por fin ser universales desde nuestra compleja y rica identidad.

 

 

 

Por Hugo Biondi  

(para La Tecl@ Eñe)

 

 

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A todos aquellos que deseen reproducir las notas de La Tecl@ Eñe: No nos oponemos, creemos en la comunicación horizontal; sólo pedimos que citen la fuente. Gracias y saludos. 

Conrado Yasenza - Editor/Director La Tecl@ Eñe

Ley de Medios, Música y Cine

 

Pintar nuestra Aldea

Entre las tantísimas expectativas que se abren a partir de la aplicación plena de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual existe un aspecto poco abordado, o en todo caso no en el mismo nivel que los derivados directos, que tiene relación con el Arte, muy especialmente con el cine y la música.

 

Sabemos que las sociedades se configuran, se fortalecen y logran verdadera identidad propia a partir de las variadas manifestaciones de su cultura, de las que emanan de sus propias raíces, de las que logran desatar el nudo medular de su dependencia. En ese sentido, tanto el cine (en una nota anterior citamos a un Presidente norteamericano que en 1920 percibió que la cinematografía en ciernes era una clave para la conquista del mundo) como la música (disciplina que como ninguna otra atraviesa a todas las capas sociales) son emblemáticas.

 

Por eso la colectividad que nuclea a estas dos ramas  aguzó los sentidos, y como viene sucediendo en esta última década, hizo sentir su voz.

 

Apenas conocido el dictamen de la Corte Suprema de Justicia declarándola constitucional, en un acto en el Cine Gaumont y bajo el lema "Más trabajo, más voces, más contenidos, mejor democracia", reconocidos artistas de variadas disciplinas, avalaron la Ley de Medios.

 

 "La plena vigencia de la Ley nos garantiza el ejercicio pleno de la ciudadanía audiovisual", es la primera frase del comunicado conjunto.  Por una cuestión de síntesis solo  mencionaremos, alfabéticamente,  al primero y al último: Alfredo Alcón / Sergio Zottola, titular del gremio del cine –SICA- . En el medio de ellos, casi toda la comunidad artística participó de la iniciativa, ya sea con su presencia en el acto o a través de la firma del texto.  A las ausencias si podríamos enumerarlas, ya que son pocas; aunque será mejor que tampoco aparezcan en esta nota.

 

Se suscribió un acta en la cual explican su apoyo a la Ley de Medios, y sostienen que con esta norma "hay más oportunidades para todas las expresiones de la cultura y mejores condiciones de trabajo (…) las minorías tenemos muchas más oportunidades cada día de ocupar la palabra pública y de contar nuestras historias, por lo que la diversidad y la pluralidad de voces comienzan a transformarse en derechos conquistados”.


Pero nos detendremos en un párrafo que observa un aspecto esencial del cambio cultural que se aproxima, "Celebramos la obligatoriedad  de las más de 3.800 horas de nuevos contenidos audiovisuales, y  que un porcentaje de la música que se pase por las radios debe ser nacional”.

 

El  impulso canalizado por el fomento público será la más clara expresión de la defensa de la diversidad, de la apertura de fuentes de trabajo, del resguardo de la pluralidad y del verdadero desarrollo del federalismo. Y los resultados pueden ser inmediatos.

Vayamos por parte

 

La Ley de Medios viene a complementar, y entregarles las herramientas que faltaban, a las dos leyes que comprendían al cine y la música. Ambas contenían positivas envolturas organizativas, estatutarias, pero carecían de artículos de aplicación concreta, sin ambigüedades. 

 

1) Los músicos consideran importante la ley de Medios porque el 30% de la música que se pase por las radios debe ser nacional y, la mitad de eso debe ser independiente, es decir, música cuyo autor/intérprete tiene los derechos de comercialización sobre su obra, en cualquier formato. Además, se creará un Instituto Nacional de la Música, que dispondrá de presupuesto del Estado para promoverla;   la FIMA (Federación Independiente de Músicos de Argentina)  la UMI ( Unión de Músicos Independientes) y la MAC (Músicos Argentinos Convocados) que participaron activamente en foros y congresos donde se debatía sobre los contenidos de la Ley, emitieron su propio comunicado en el evento referenciado, cuyos puntos centrales destacan  “ la promoción de la música independiente y la garantía de los circuitos de la música en vivo, que reafirman la vocación de construir cultura y trabajo en un sentido popular y federal. Por otro lado, más de 100.000 puestos de trabajo directo por año y altamente calificados del sector audiovisual y musical se van consolidando en su desarrollo industrial".

Los países centrales  europeos  y los estadounidenses (siempre modélicos, siempre admirados) aplican esta lógica desde mediados del siglo XX. La Argentina tiene un gran potencial como productor de cultura y la ley de Medios puede contribuir a un auge de creación de contenidos nacionales, entendido esto en su verdadera dimensión porque será de aplicación no sólo en Buenos Aires sino en todas las provincias, para que las radios locales emitan producciones musicales independientes y de su propia zona.

Los encargados de programación de las radios AM y FM (estructuradas bajo el signo de música extranjera) han mostrado buena disposición para ajustarse a la norma; los conductores de los programas más escuchados han incluso elogiado la medida. Comprenden que no se prohíbe nada, que no es patrioterismo banal, sino ampliación, diversificación e inclusión de obras musicales y artistas que son la quintaesencia de nuestro acervo cultural.    

 

Las excepciones establecidas no se generan ni desde ni para ningún lobby multinacional, sino para el caso de las radios de música clásica, o de jazz, o radios temáticas, que pueden pedir estar excluidas de esta cuota, como también lo pueden pedir radios de colectividades extranjeras.

 

2) En lo que respecta a la cinematografía se establece, por primera vez, la fijación de una cuota de pantalla, es decir que los canales de televisión abierta y de cable deberán exhibir de forma obligatoria y en estreno televisivo ocho películas nacionales por año.

 

Hasta el presente, hubo una declaración de intenciones más o menos en esta sintonía solo de Telefé, que presentó en 2010 un proyecto denominado Telefé Cine. Axel Kuschevatzky, a cargo del área de cine, y Luis Velo, Director General del canal, tomaron el mando de aquel anuncio donde se  destacó que durante 2009 y 2010 el canal participó en 12 largometrajes (entre ellos, El Secreto de sus ojos, Miss Tacuarembó y El hombre de al lado), ya sea en la co-producción o en el apoyo de los lanzamientos. También destacaron que ya habían elaborado un cronograma anual para emitir películas nacionales en horarios prime time.

 

Debido a que el multimedio Clarín siguió embarrando el terreno y postergando la aplicación  efectiva de la Ley, aquella iniciativa se fue desdibujando.

 

En definitiva, ninguno de los canales de televisión cumple hoy con una de las normas menos mediáticas de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la del decreto reglamentario 1225 (aprobada en 2010, un año después de la sanción de la ley, aunque estuvo ocho meses suspendida)  que los obliga a comprar los derechos de antena de películas argentinas y emitir dos estrenos por trimestre en horario central, de 21 a 23.

 

Según el AFSCA, ninguno de los canales presentó hasta el momento la documentación que acredite la compra de dichos derechos. Tampoco, por supuesto, cumplió con la exhibición de esos estrenos en la pantalla. Según datos aportados por el Sindicato de Cine, durante el 2012, entre América (cero), Canal 9 (una), Telefé (ocho) y Canal 13 (dos) emitieron apenas 11 películas argentinas.

 

Se han iniciado negociaciones para que antes de que termine el 2013, se efectivice un acuerdo con los cuatro canales (incluido el 13) que contenga la norma. El punto más sensible para los dueños de los canales de aire es aquel que exige  adquirir los derechos de emisión de al menos 8 películas (5 largometrajes y 3 telefilms) al año, con el agregado de que deben hacerlo antes de que se inicie el rodaje.

 

Esto, además de la participación económica, implica que los canales asuman un riesgo mayor, ya que no tienen la posibilidad de especular con el futuro rating de una u otra película. Cuando el tiempo acomode las piezas, la competencia para conseguir los derechos de futuros films será estrictamente por sus valores artísticos y temáticos.  

 

Ordenemos las pautas. Las tres formas que tiene un canal de involucrarse con el cine son:

 

A) la compra de derechos de emisión

B) la coproducción 

C) la cesión de segundos en la comunicación del estreno.

 

Por su parte para los licenciatarios de servicio de cable y el resto de los 40 canales de televisión abierta privada del país, la medida es más atenuada ya que deberán destinar el 0,5 por ciento de su facturación bruta del año anterior a la compra de derechos de antena.

 

Las acciones que marcan terreno se producen en contexto. Por eso tanto el AFSCA (órgano de aplicación) cuanto el INCAA (que elaborará un registro a ser publicado en su página web de las películas en condiciones de ser adquiridas) deberán aprovechar este incipiente clima de época y exigir antes de fin de año que los canales envíen la documentación con el listado de películas o telefilm que les interesa, el precio ofrecido por cada película y los modelos correspondientes de sus contratos.

 

Al oportuno momento político se le suma la aceptación (puertas adentro por ahora) de los dueños y gerentes de programación de los canales. Hasta Adrián Suar, quien no dice nada sin la aprobación de sus jefes, declaró que “la medida es positiva desde donde se la mire”. Claro que si realmente desean ajustarse a derecho, tendrán que diversificar su dinero, y no destinarlo exclusivamente a Pol-ka y Patagonik, de la cual Artear (el conglomerado audiovisual del Grupo Clarín) sigue poseyendo acciones.

 

Será cuestión de estar muy atentos, ellos ya han demostrado que la zoncera cultural “hecha la ley, hecha la trampa” figura entre sus favoritas.

In memoriam

 

El calendario del 2014 respecto a la cinematografía es alentador, y promete retroalimentar este circuito virtuoso entre el cine y la televisión nacional.

 

 El primer estreno  sería “El Misterio de la Felicidad”, dirigida por Daniel Burman y protagonizada por Guillermo Francella e Inés Estévez. “Betibú“, con Mercedes Morán, Daniel Fanego y el español José Coronado (“No Habrá Paz para los Malvados”) es una adaptación del best-seller de Claudia Piñeiro, y se exhibirá en febrero.

En abril se presenta “Relatos Salvajes“, de Damián Szifrón, con Ricardo Darín, Oscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Darío Grandinetti, Érica Rivas, Rita Cortese; sin dudas un “tanque” con los condimentos necesarios para transformarse en un éxito de taquilla.  “El Ciudadano Ilustre”, protagonizada por Oscar Martínez también se anuncia para abril, aunque seguramente se evaluará el influjo que provoque la película de Szifrón. En julio se estrena un film muy ambicioso, co-producida con Canadá: “El Inventor de Juegos”,  con elenco internacional encabezado por Joseph Fiennes (“Shakespeare Enamorado”).

Estas producciones ya no ingresan en la norma referida, por supuesto, pero si pueden ofrecer un escenario favorable para que el cine argentino cumpla con uno de sus deseos imaginarios más difíciles: la comunión con los espectadores. Algún atisbo de este matrimonio ya ha asomado cuando en octubre de este año (y por primera vez en 50 años) las cuatro películas mas vistas fueron nacionales.

 

A propósito de esta estadística, recordemos que aún se mantiene incólume respecto a cantidad de espectadores “Nazareno Cruz y el lobo” con 3.600.000 asistentes.

 

El 5 de noviembre se cumplió el primer aniversario de la muerte de su Director, Leonardo Favio. Poco antes había declarado que agradecía a Dios haberle permitido vivir la experiencia de esta última década, “jamás pensé que podría volver a suceder aquello que viví en mi niñez y juventud con el Peronismo”, dijo.

 

 Él, en tanto músico y director, y apasionado defensor de lo nuestro, estará seguramente festejando.

Nosotros, desde este plano, tenemos la tarea de apoyar.     

 

 

*Periodista, Escritor y Docente. Autor del libro “Sin Renunciamientos”  - El cine según Leonardo Favio-

hugobiondi@hotmail.com.ar​

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