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A todos aquellos que deseen reproducir las notas de La Tecl@ Eñe: No nos oponemos, creemos en la comunicación horizontal; sólo pedimos que citen la fuente. Gracias y saludos. 

Conrado Yasenza - Editor/Director La Tecl@ Eñe

Entrevista a Carlos Raimundi

 

La Red Focal y los desafíos  por una comunicación

popular y alternativa

 

 

Conrado Yasenza: El tema está planteado: Medios, información y democracia, y estabilidad regional. ¿Podría hacer Usted una semblanza de la conformación y fines estratégicos – si los hubo - de la Alianza que sacó del poder al menemismo y de la relación entablada con los medios de comunicación?

 

 

Carlos Raimundi:Al iniciar el debate Mary Sánchez nos recordaba algunos episodios de nuestro pasado reciente, y me trajo el recuerdo del Frepaso y la Alianza. No quiero dejarlos pasar, porque rechazo esa actitud de algunos dirigentes que nos hablan con toda soltura del futturo sin hacerse cargo de la responsabilidad que tuvieron en el pasado que nos condujo a las diversas crisis que sufrimos, y de la que tanto nos ha costado y nos sigue costando salir.

¿Sabe quién era el periodista más interesado en que se formara la Alianza? Joaquín Morales Solá. De lo que se trataba era de desalojar a un menemismo muy desgastado, poniendo en su lugar a un gobierno que no cuestionara la esencia del modelo neoliberal.

 

CY - ¿La Alianza fue diseñada desde los medios de comunicación?

 

CR- Los medios machacaban todo el día con la necesidad de que la oposición se uniera -como lo hacen ahora- y después decían que la gente pedía a gritos la alianza.

 

CY- Nos queda el tema de la estabilidad regional, los intentos desestabilizadores desde medios, las irrupciones de los golpes de Estado, y si fuera posible una contextualización histórica en la que se dan procesos que cambian paradigmas políticos, culturales y económicos.

 

CR- Hace un par de días, con motivo del reconocimiento que hizo el Congreso a los integrantes de las listas negras de la dictadura, señalé que las mismas habían desempeñado un papel. A mediados de los setenta, se planteó una tremenda disputa por el excedente económico acumulado desde la post-guerra. En esos treinta años que van de 1945 hasta allí, se generó un volumen de recursos similar a lo que la Humanidad había generado desde el origen de la cultura, a partir de un modelo industrial, mano de obra intensivo, fundado en el Estado de Bienestar

De ese mismo modelo surgieron dos grandes corrientes que se iban a disputar aquel enorme excedente. Una, el capital trasnacional. La otra, la de los movimientos sociales formados en la lucha por la igualdad de derechos de los afrodescendientes, el pacifismo y el rock en los EE.UU., el movimiento independentista de África y Asia, el Concilio Vaticano II en la iglesia católica, que, junto a la Revolución Cubana, estableció una conjunción entre revolución social y compromiso con la pobreza que movilizó a millones de jóvenes en América Latina. En esa contradicción central entre movimientos libertarios e igualitarios y capital trasnacional, que finalmente gana este último, América Latina tenía un rol.

 

CY- ¿Cual era ese rol?

 

CR- El papel que jugó América Latina no fue emancipador, sino que debía financiar por vía de su endeudamiento y por la entrega de nuestro patrimonio que dispusieron las dictaduras de los años 70, ese proceso del capital financiero para remplazar el modelo industrial por el modelo financiero y de servicios, que generó concentración de riqueza y exclusión social.

 

Hoy estamos en una etapa del mundo a la que podemos encontrarle alguna similitud. Estamos en plena disputa por un modelo de poder a nivel mundial. Un modelo donde los grandes conglomerados de poder demandan casi el 50% de la energía mundial para una porción ínfima de los habitantes; un modelo donde el 0,01% de la pobación mundial concentra el 82% de los recursos financieros. Un modelo donde la masa de dinero que manejan los grandes grupos privados es varias veces superior al volumen de reservas en poder de los Estados nacionales. Y para sostenerlo, como parte de ese mismo esquema de poder, el presupuesto de defensa de los EE.UU. es superior a la suma de los presupuestos de defensa de todos los demás países reconocidos por Naciones Unidas.

 

Es decir, debemos juntar las coordenadas de la necesidad de dominar la energía y el despliegue militar. Si superpusiéramos una filmina con la mayor densidad de yacimientos de gas y petróleo con otra que señale el despliegue de bases militares del imperialismo, notaríamos su absoluta coincidencia.

Históricamente, América Latina fue utilizada para jugar un rol en este tipo de disputas. Pero en la última década, a partir del replegue interno de los EE.UU. respecto de nuestra región, pero sobre todo por la aparición de liderazgos muy fuertes como los de Hugo Chávez, Lula da Silva y Néstor Kirchner, la respuesta de América Latina es que no esté dispuesta a repetir su papel histórico de ser funcional a los intereses de los grandes poderes fácticos, sino que ha denunciado ante sus pueblos a ese poder real.

 

Y lo peor que puede sucederle al poder real es que se lo denuncie. Porque su gran negocio histórico fue agazaparse detrás de la política, usar a ésta como escudo y someter a sus gobernantes, de modo que respondieran a sus intereses. Y si no lo hacían, provocaban crisis de las cuales siempre salían victoriosos, y los pueblos terminábamos odiando a los políticos y a la política y no al poder real.

 

 

La red FOCAL (Foro por la Comunicación Democrática en América Latina), está integrado por personalidades de la cultura, el periodismo, la política y la sociedad civil de varios países de América Latina, quienes analizan de manera similar y otorgan una dimensión regional al tema de la comunicación hegemónica, como factor principal de la desestabilización de los procesos populares vigentes.

En su última Jornada de Trabajo, realizada en La Matanza el pasado 7 de diciembre, uno de sus fundadores, el Diputado Nacional Carlos Raimundi, realizó un análisis del tema planteado. La Tecl@ Eñe accedió a las palabras de Raimundi y como fruto de la lectura de sus reflexiones es que se realizó esta entrevista.

 

 

Por Conrado Yasenza*

(Para la Tecl@ Eñe)

CY- Las irrupciones primero de Chávez en Venezuela, luego de Lula en Brasil y finalmente la de Kirchner en Argentina, crearon las condiciones de posibilidad para revertir ese rol asignado a América Latina. Pero la comunicación en manos de medios concentrados sigue siendo un problema serio para esa estabilidad democrática.

 

 

CR- Es a este mecanismo de dominación al que América Latina ha dicho "NO". Y esa es la razón por la que el poder tiene que demoler los actuales procesos populares de la región. Y para ello, en esta etapa, la comunicación hegemónica y la concentración mediática desplegan toda su potencia y arsenal desestabilizador y golpista que en otras etapas tuvieron los tanques militares.

La razón de ser de los ataques a gobiernos como los de Evo Morales o Nicolás Maduro es la reapropiación estatal y social que ellos hicieron de los cuantiosos recursos energéticos de sus respectivos subsuelos. No olvidemos que, por ejemplo, Venezuela alberga la mayor reserva mundial de petróleo con 297.000 millones de barriles, de los cuales los EE.UU. importan 6 millones diarios.


Este es el corte histórico que realiza Néstor Kirchner, en momentos en que yo, si bien siempre lo miré con respeto, no estaba en su coalición de gobierno. Fue -precisamente, y en sintonía con el resto de la región- poner sobre la mesa la diferencia entre gobierno y poder.


Cada gobierno popular de la región lo ha procesado de acuerdo con la experiencia histórica de sus pueblos. Una cosa es Bolivia, con una inmensa mayoría indígena históricamente marginada, y otra cosa es la Argentina, que tiene más comunicación de clases y memoria de inclusión social del primer peronismo. Por eso, uno de los principales y más perversos objetivos del poder, expresado a través de su concentración mediática y hegemonía cultural, ha sido impedir la alianza histórica entre sectores populares y clases medias.


Estoy seguro de que uno de nuestros grandes desafíos es recomponer y fortalecer esa alianza. Y, para eso, es crucial el papel que están desempeñando las Universidades del conurbano. Es decir, formar una nueva franja social que, por su nivel de ingresos y de conocimientos se considere de clase media, pero con una estructura de pensamiento no individualista, sino comprometida con un proyecto colectivo de país. Con un sentido de gratitud hacia las políticas públicas que posibilitaron su ascenso social, y que, por lo tanto, preserven su relación de origen con los sectores más humildes. En la medida que esa alianza social, que es objetivamente la más coherente que podría tener la Argentina, se fortalezca, eso dará como resultado un tejido social, cultural y productivo mucho más resistente a las desestabilizaciones a que los poderes reales nos tienen habituados.


A propósito, hay una segunda lectura, un "entrelíneas", en el tratamiento mediático de los saqueos de Córdoba, según el cual sectores de clase media agredían a adolescentes morochitos, con gorrita, al grito de: "¡péguenle por las dudas!". Y nosotros no nos podemos permitir no pensar o no saber que el sistema de formación de sentido de los medios hegemónicos no es ajeno a este tipo de interpretaciones, tan funcional a su proyecto de poder.

CY- Por eso me refería a que estos procesos de formación de sentido se desarrollan a nivel regional y acomodando las informaciones que el poder real genera según los intereses políticos y económicos que se buscan producir.

 

CR- Cuando titulan: "Preocupación en Brasil por trabas comerciales de Argentina", lo que en verdad sucede es que nuestro país ha decicido -luego de décadas de desindustrialización- tener política industrial, y eso implica administrar su comercio exterior, determinar qué y a quién se le vende y se le compra. Además, Brasil, que sí ha tenido políticas industriales que esos mismos medios elogian, aplica un número diez veces mayor de medidas proteccionistas que la Argentina. Lo cierto es que siempre se ponen en el lugar de enunciación de la contraparte de nuestros intereses. Y son esos mismos medios hegemónicos los que fomentan un clima de malestar entre los países de la región.

Porque, en realidad, nuestros conflictos comerciales responden a dos hechos auspiciosos: uno, que hemos intensificado nuestro intercambio, y dos, que defendemos nuestras respectivas industrias y fuentes de trabajo. Con Laos, que es un país de la península indochina, no tenemos conflicto alguno, porque prácticamente no tenemos relaciones comerciales.

Tomemos el ejemplo de una buena noticia. Más allá de los problemas de infraestructura, el récord de fabricación y compra de automóviles es nuy beneficioso para la creación de fuentes de trabajo así como para la calidad de vida de los compradores y compradoras. Sin embargo, si se lo titula: "Por el cepo cambiario, récord de fabricación y de venta de autos“, se intenta convertir una buena noticia en una mala noticia, y se ayuda al clima de malestar y de desgaste

 

CY- El mismo criterio sería aplicable para la cobertura del levantamiento policial extorsivo iniciado en Córdoba.

 

CR- Durante los recientes episodios policiales, los medios hegemónicos han fomentado el malestar, en lugar de analizar el fenómeno en toda su dimensión. No es casual que en los intentos de golpe contra Rafael Correa y contra Evo Morales la policía haya sido la protagonista, así como lo fue en el golpe que derrocó a Fernando Lugo en Paraguay. En ese sentido, en nuestro país se ha avanzado más en la democratización de las fuerzas militares que de las policías.

Todo esto es lo que está de por medio. En definitiva, la cuestión del poder. El poder real ha sido extremadamente astuto al diseñar una conjunción del sistema institucional y el sistema mayoritario de interpretación de la realidad, el paromedio cultural de sociedades como las nuestras. Me refiero a que muy importantes sectores, con gran capacidad para formar opinión política y generar climas sociales, no se preocupa para nada por lo prolongados e ininterrumpidos que son los mandatos de conducción de las grandes corporaciones financieras, de las grandes cámaras empresarias, de las grandes cadenas mediáticas, de la cúpula de nuestra iglesia o de la embajada estadounidense. Pero sí se escandaliza con los períodos largos de la política. Cuando, en verdad, lo más democrático sería centrar el debate en el concepto de libre elegibilidad, y no en el de alternancia. Si realmente bregamos por una comunicación alternativa, nosotros tenemos que ser muy perseverantes y tener mucho coraje para afrontar esa discusión. Y, en definitiva, que sea la voluntad popular, y no la derecha quien clausure la posibilidad de re-elección de un Presidente o de una Presidenta.

 

CY- Los frentes que instala la agenda mediática hegemónica son múltiples y los van variando según se agoten, según entran nuevamente en vigencia y siempre con la intención de generar un shock económico social

 

CR- El verdadero objetivo de las grandes exportadoras cuando redoblan su presión devaluatoria no es representar a los grupos medios -a los que siempre perjudicaron con sus políticas- para que el dólar vuelva a ser un instrumento de ahorro, sino reabrir el mercado de cambios para que ellas entren y saquen del país grandes volúmenes de divisas y las depositen en guaridas fiscales, o liquidarlas a un precio muy superior a la cotización oficial. De aquí que debemos persuadir a los grupos medios que el mero atesoramiento de dólares no es bueno para el país, y, por lo tanto, tampoco lo es para ellos mismos. Lo que necesitamos no es que unos pocos tengan muchos dólares, sino que muchos tengan muchos pesos. Para eso, hay que volver a pesificar nuestra economía, y para lacanzarlo, romper un molde cultural que tuvo su razón de ser durante muchos años, pero que ya no la tiene con esta nueva estructura productiva.

 

CY- Se trata, entonces, de reinventar una comunicación popular con creatividad y dinamismo.

 

CR- Debemos desplegar una nueva estrategia comunicacional. Estamos en medio de una etapa apasionante de América Latina, pero también es necesario reconocer nuestras dificultades. Esa etapa comenzó su momento de mayor esplendor en noviembre de 2005, cuando a iniciativa de tres de sus grandes líderes, Lula, Néstor Kirchner y Hugo Chévez, se le dijo que No al ALCA, el mayor proyecto estratégico del imperio para la región. Pero, de manera increíble, dos de esos tres grandes dirigentes murieron, uno a los sesenta años y el otro a los cincuenta y ocho años. Esto no va en detrimento de los líderes presentes, pero indudablemente constituye un vacío muy grande. A partir de ello tuvimos el golpe en Paraguay, un resultado electoral muy ajustado en Venezuela, la formación de la Alianza del Pacífico, que son todas contraofensivas del imperio. Es decir, hoy no tenemos el mismo nivel de hegeemonía regional. Es cierto que Michele Bachelet será la Presidenta de Chile en remplazo de Sebastián  Piñera. Pero también Pepe Mujica dejará de ser Presidente del Uruguay. Y, a nuestro favor, la Presidenta argentina hizo un discurso memorable en Naciones Unidas, a cuarenta y nueve años de aquel otro discurso memorable pronunciado por el Che Guevara. Y la dignidad de Dilma Roussef, el talento de Rafael Correa y la decision de Evo Morales. Pero, al mismo tiempo, Brasil y Argentina no hemos sido capaces de ofrecer a Uruguay un proyecto de inversión y empleo que le resulte más atractivo que la explotación de la papelera. Y tampoco ha concretado Brasil su parte en el financiamiento del Banco del Sur.

 

CY- Una pregunta que, en los manuales de periodismo, debería haber sido la inicial: ¿Qué es FOCAL?

 

CR-Yo agregaría: ¿Qué rol debería jugar un espacio como FOCAL? Lógicamente no pretendemos concentrar el centro de gravedad de la comunicación alternativa, de la construcción de un contramensaje, pero sí podemos -y debemos- poner un ladrillo en esa construcción. Pero para ello es imprescindible trazar estos ejes políticos, porque a cada modelo político se corresponde un modelo de comunicación. Para un modelo con un centro hegemónico de poder, es necesario un modelo de comunicación hegemónica. Para un modelo democrático y popular, es imperativo democratizar la comunicación. Sostener un esquema abierto, capilarizado hacia todas y todos los actores sociales.

El cauce abierto por la Ley de Medios en la Argentina, continuado por Ecuador, debe extenderse como una estrategia política hacia toda la región.

 

Desde el Parlamento argentino, junto con Universidades, instituciones y foros sociales, debemos constituir un observatorio de la situación de la comunicación. Para socializar la idea de que los modelos de concentración económica se han sostenido históricamente en el control de la hegemonía cultural. De allí la necesidad de entablar esta deslumbrante y colosal batalla cultural, que tiene como eje central el reconocmiento y la discusión social acerca de dónde reside el poder real. Si son las empresas privadas las que deben "temerle" al Estado, como nos quieren hacer creer, o si por el contrario, es el Estado democrático, en tanto agente de representación de los intereses populares, quien debe garantizar la democratización de la palabra y del mensaje.

Por ello me pareció necesario expresar algunas definiciones políticas, porque FOCAL no es una definición teórica, sino una herramienta eminentemente política. 

 

*Conrado Yasenza: Periodista-Editor/Director La Tecl@ Eñe

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